A lo largo de de cinco días y noches, documentados por autograbaciones domésticas, vemos la historia de Gema e Ivan y como entran a vivir en un viejo y solitario piso donde van a trabajar como guardas. Ivan escribe guiones, y graba todo lo que sucede a su alrededor en plan video-casero, y espionaje video-tecnológico. El es un perdedor y la relación de pareja atraviesa horas bajas. Ella es sensual y aficionada al esoterismo y la magia. Pronto aparece una tercera persona en discordia, la pizpireta, sensual y descarada sobrina de la difunta dueña de la casa, y eso provocará que la pareja tenga una relación cada vez más conflictiva. La sobrina pronto seduce a Iván, pero a medida que transcurre la historia, algo oscuro y sobrenatural les va envolviendo en un ambiente cada vez más opresivo. La sobrina va tomando un tono cada vez más siniestro y controlador sobre Ivan. Solo se presenta por la casa cuando está Iván, que es el único que la ve, y Gema pone en duda su existencia. Cuando aparece Carla una amiga de Gema, descubrimos el oscuro pasado de Gema, y que hay algo siniestro en la casa. La presencia final de un exorcista, hace que la situación se esclarezca pero que también se precipite en la quinta noche en un final sorprendente e impactante.